¿Qué hace un asesor fiscal?

Si buscamos la definición de asesor fiscal, veremos que es el profesional que debe ayudar a sus clientes con sus deberes fiscales. 

Normalmente se recurre a estos profesionales en caso de no tener la suficiente preparación o conocimiento para realizar las tareas fiscales de forma adecuada. Aunque también es demandado para poder optimizar aún más nuestra empresa. 

Como bien sabemos, el papel del asesor es mucho más complejo de lo que parece, dado el gran número de tareas que puede desempeñar. Vamos a poner unos ejemplos de las tareas que puede realizar: 

  • Asesoramiento fiscal relacionado con la administración y la gestión de su empresa. 
  • En procesos fiscales, puede ser la representación frente a un tribunal o frente a la misma Agencia Tributaria. 
  • Gestión de bajas y altas de la actividad económica en la Seguridad Social o en dicha Agencia Tributaria. 
  • Salarios, nóminas, contabilidad, facturación, asesoramiento a emprendedores, planificación de activos… 
  • Declaraciones fiscales. 
  • Auditorías de cuentas. 
  • Analizar la realidad jurídica -tributaria para poder dar las soluciones correctas a problemas determinados. 

Como hemos dicho anteriormente, esto es un pequeño ejemplo de las tareas que puede llegar a desarrollar. Es por esto, que un mal asesoramiento puede tener consecuencias penales, civiles o tributarias para el cliente. Y de ahí que la Ley General Tributaria recoja las consecuencias de un mal servicio por parte de un asesor, que pasamos a describir brevemente: 

  • Responsabilidad Penal: Aunque inicialmente el contribuyente sea el responsable penal de la infracción, el asesor puede verse involucrado si se comprueba que si participación ha sido necesaria para constituir el delito. 
  • Responsabilidad Tributaria: Es responsable de forma activa, si participa a la hora de hacer infracciones fiscales. 
  • Responsabilidad civil: Un mal servicio puede tener consecuencias para el asesor frente a su cliente, aunque no siempre signifique que deba asumir las sanciones o cuantías del cliente en caso que éste deba de responder frente a la Administración tributaria. 

Como vemos, el papel del asesor fiscal es muy importante para el buen funcionamiento de una empresa. No hay ninguna regla que nos obligue a tener uno. No obstante, siempre es aconsejable contar con un asesor para que la actividad económica sea óptima desde el principio. 

La actividad empresarial y el ritmo de vida, ya suele ser bastante complejo de compaginar como para prescindir de un profesional así. Externalizar determinadas tareas nos puede suponer un ahorro de trabajo y de tiempo.  

En caso de decidirte por contratar un asesor, al igual que si buscamos cualquier otro tipo de profesional, debemos de buscar el que mejor preparado esté.  Siempre es interesante que tengamos un asesor multidisciplinar, para que cualquier tipo de problema que pueda surgir, se estudie desde todos los puntos posibles, y tener así, una visión más completa y saber por dónde atajar cada asunto. 

 Otro aspecto importante que debemos de tener en cuenta es, la cercanía física con el profesional. Aunque estamos todos interconectados gracias a internet, a la hora de tener que hacer cualquier trámite o gestión, siempre debemos de buscar algún profesional que no nos requiera demasiado tiempo de desplazamiento (preferiblemente de nuestra localidad), ya que dependiendo de la comunidad autónoma o de la provincia la legislación puede cambiar.

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