El representante de la mayor patronal de supermercados (ASEDAS) asistió a la Comisión para la Reconstrucción, donde pudo exponer sus planteamientos y la posición del sector al que representa. Los integrantes de los grupos parlamentarios le transmitieron felicitaciones por el trabajo realizado durante la pandemia, demostrando una capacidad de improvisación y reorganización admirables.
Resulta bastante llamativo cuando apenas dos meses antes de la pandemia habían recibido el reproche desde el Gobierno de España por la reducción de los precios a los agricultores. Desde el ejecutivo se indicaba que ante la falta de futuro para el campo español, «ellos eran los culpables».
Sin embargo pocos meses después, debido a la crisis del Covid, la distribución alimentaria española, atraviesa un momento dulce. El sector se vio sometido a una situación de estrés inimaginable superándolo con nota. Durante la segunda semana de marzo, los españoles acudieron a los supermercados como si viniera el fin del mundo a realizar acopio de alimentos y productos de primera necesidad de manera compulsiva.
Durante aquellos días clave en los que se declaró el estado de alarma, llevaron al límite como nunca a la cadena alimentaria. Durante varios días, las estanterías se vaciaban por completo durante el día y a la mañana siguiente amanecían con todos los productos completamente repuestos. La respuesta fue impecable gracias al trabajo realizado por trabajadores, proveedores y empresarios.
En muchos países ha habido errores en la gestión del coronavirus, y es comprensible ante una situación tan inesperada, algún fallo. Pero la gestión de las grandes cadenas de suministro alimentario se demostró impecable. Visto cómo se desarrollaron los hechos, la trascendencia del sector de la alimentación, es mayor de la que nos habíamos planteado, como agente económico y como vertebrador social.
Esta crisis ha demostrado que este sector funciona. El formato de supermercado de barrio. El modelo de distribución alimentaria español ha demostrado ser uno de los más eficientes de nuestro entorno.
Tras haber estado a la altura de las circunstancias sobradamente, el ramo del los distribuidores de la alimentación, pocas veces va a gozar de una coyuntura similar para introducir en la agenda política sus demandas. Aunque es un sector que para muchos pasa desapercibido, representa el 13% del PIB y casi un 80% de sus empleados tienen contrato fijo.