¿Qué haría si me quedase poco tiempo de vida?

Seguro que alguna vez nos hemos planteado esta pregunta, ante ella hay múltiples respuestas. Muchas personas responderían que viajar, conocer todos los países que pueda, otras querrían cumplir sus sueños, sus deseos. Otras dejarían el trabajo y se darían todos los caprichos que pudiesen. Hay muchas cosas que queremos hacer y que vamos postergando por falta de tiempo, por las responsabilidades diarias y porque pensamos que ya tendremos tiempo de hacerlas.

Puede que también nos hallamos preguntado cómo sería la vida sin mí, qué sería de mi familia, cómo afrontarían la ausencia de un ser querido. Qué pasaría con los amigos, cómo nos recordarían.

Podemos encontrar varias películas que nos plantean esta idea, entre ellas destaco dos, “La vida sin mí” de Isabel Coixet y “Ahora o nunca” de Rob Reiner. La primera una hermosa película en la que la joven protagonista se enfrenta al final de su vida. La segunda un divertido film que plantea la misma cuestión en sus dos protagonistas con caracteres muy diferentes pero unidos por la misma enfermedad.

Son dos buenos ejemplos de qué hacer, pero y tú, ¿qué te plantearías tú?

Ante la pregunta de qué haría si me quedase poco tiempo de vida, sólo tengo una respuesta: VIVIR, sólo vivir.

Vivir significa estar pendiente del presente, del momento actual, de lo que sucede hoy sin ir más allá del mañana. Significa darse cuenta de todo lo que nos rodea, de todos los pequeños detalles que suceden a nuestro alrededor continuamente y no les prestamos atención. Significa sentarse a contemplar un amanecer por el sólo hecho de ver salir el sol un día más, por saber que tienes un día más para seguir viviendo. Significa estar con los tuyos entregándote cómo si fuera el último día. Significa sentir todo lo que está a tu alrededor, sentir la mirada de un niño, la caricia de tu pareja, sentir la voz de tus hijos, el sonido de la lluvia. Sentir el olor de los árboles, el olor de la vida…

Significa abrir tu cuerpo y tu mente para absorber todo lo que puedas de la vida.

Todos los días dejamos pasar esos momentos con los hijos, con la pareja, con los amigos, sin sentirlos, sin disfrutarlos. Todos los días dejamos pasar la vida sin vivirla. Todos los días buscamos la felicidad sin encontrarla. Pero, sólo tenemos que estar pendientes de una cosa, de vivir. Sólo de vivir el presente y el momento, cómo si éste fuera el último. Cuando aprendamos a hacerlo habremos dado el primer y más importante paso para alcanzar la felicidad. Y entonces, estaremos viviendo.

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