Consejos para iniciarse en el yoga

El Yoga es una práctica que conecta la mente, la respiración y el cuerpo. Esta práctica utiliza diferentes posturas físicas, meditación o gran variedad de ejercicios de respiración para mejorar nuestra salud. Esta disciplina se inicia hace miles de años y lo hace como una práctica espiritual. 

Aunque es un ejercicio muy bueno, no se puede considerar como un deporte. Hay varios tipos en función de la intensidad que le queramos imprimir. 

Hay diferentes tipos, pero los tres más comunes son estos: 

1.- Hatha Yoga. Es el más realizado, y es conocido por sus posiciones corporales o asanas. Con dichos asanas el propósito es lograr que el cuerpo esté listo para la meditación. Estas posturas, generan serenidad física y mental, de tal forma que teniendo ya mucha maestría un yogui ya muy entrenado puede estar un tiempo prolongado en cualquier postura sin resultarle lesiva. 

2.- Vinyasa Yoga. Es de más intensidad que el anterior tipo explicado. Incorpora las ocho ramas más tradicionales del yoga y enfatiza en la sincronización del movimiento con la respiración, mediante una serie de posturas con una respiración muy trabajada y específica. 

3.- Bikram Yoga. Basada en los asanas del Hatha yoga, pero en un entorno muy diferente. Se practica en lugares especializados para esto, ya que se realiza a una temperatura de unos 40 grados y a un 40%. 

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Son muchos los beneficios que ya conocemos, pero para los que van a iniciarse vamos a recordarles que fortalece los músculos y los huesos, aumenta la flexibilidad, quema calorías, refuerza el sistema inmunológico y equilibra el sistema inmunitario o promueve la salud cardiovascular, son un pequeño ejemplo de todo lo que nos va a aportar. 

Si bien es cierto, hay mucha gente que confunde Yoga con Pilates. El yoga persigue trabajar la mente y las emociones por lo que la flexibilidad y el trabajo corporal pasa a ser secundario. Mientras que, en el pilates, se va a tratar de tonificar el cuerpo, trabajar la postura y en mejorar el movimiento de las personas. 

Una de las ventajas de iniciarnos en esta disciplina es que no necesitamos demasiado material. Con una esterilla buena con antideslizante, ropa cómoda y una manta para cubrirnos en el momento de la relajación es más que suficiente. Está claro, que es de vital importancia tener un profesor, con el que nos sintamos cómodos, que nos sepa dirigir, que esté titulado para impartir estas clases y tenga experiencia contrastable. Es cierto, y cada vez de forma más habitual y más con los problemas de tiempo que tenemos actualmente, que se puede realizar en casa. Pero para iniciarnos, necesitaremos que alguien nos guíe y nos corrija, y de esta forma poder mejorar y aumentar el tiempo de forma paulatina. 

Siempre y como en todo debemos empezar con posturas simples que nos requieran un menor esfuerzo, para que por esto mismo sea fácil prestar atención a nuestra respiración y a nuestro cuerpo. Empezar con un buen maestro además de corregirnos, nos va a guiar para saber cuáles son las posturas más contraproducentes para cada uno de nosotros. Además, le dará lógica a la secuencia de las posturas y nos hará prestar atención a nuestra respiración. 

El yoga no es una carrera de velocidad, más bien es una carrera de fondo, hay que sacar a flor de piel nuestra paciencia, conocer nuestro cuerpo y la respuesta de éste a cada postura y secuencia nos va a llevar un tiempo y esos tiempos si queremos que el yoga nos beneficie, tenemos que respetarlos. 

Mucha gente llega a pensar que por carecer de flexibilidad no pueden disfrutar del yoga y eso es un error. La flexibilidad o la fuerza se ganan con el tiempo, y depende de cada persona. Una de las cosas más importantes que nos aporta el yoga es que nos va ayudar a conocer nuestro cuerpo y nuestras limitaciones. 

No hay que desesperarse inicialmente si nos cuesta desconectar nuestra mente. Al igual que la flexibilidad, la concentración debemos entrenarla y para ello es de vital importancia trabajar con la respiración. Centrando mente y atendiendo a nuestra respiración será más fácil ir mejorando la concentración. 

Como siempre que tengamos que hacer deporte y que para éste tengamos un profesor, es importante comunicarle si de base nosotros padecemos alguna dolencia. Ya que de esta forma podrá indicarnos qué asanas van a ser mejores o por el contrario nos van a ser contraproducentes para nosotros mismos. 

Es muy útil, usar nuestra respiración como forma de concentración y así evadir la mente de cualquier pensamiento. Es ideal respirar por la nariz y hacerlo de forma pausada según la sana en cuestión nos lo pida. 

El inicio de una sesión de yoga debe de preparar el cuerpo de manera paulatina al igual que la mente para poder luego soportar mayor esfuerzo y tensión. Los inicios deben de perseguir despertar nuestro cuerpo y dejarlo preparado para asanas que requieran un mayor esfuerzo físico y una máxima concentración. 

Es importante también dar relevancia al momento de la relajación final. Este instante es fundamental para completar la toma de conciencia de nuestro cuerpo y necesario reconocer en este como han influido todas las secuencias y asanas realizadas. 

Es importante también buscar un lugar tranquilo donde no haya ni ruidos ni ningún estímulo externo, que nos perturben la concentración en nuestra práctica. 

Antes de comenzar siempre es ideal tener claro la sesión que vamos a realizar. También es cierto que es importante tener claro que cada momento del día nos puede llevar a prácticas diferentes, por un lado, por las mañanas serían prácticas de activación que nos llenen de energía y por otro sería en caso de hacerlo por la tarde más orientado a la relajación para desconectar la mente del día a día y facilitar nuestro sueño. 

El tiempo que nos requiere es inicialmente corto, e iremos aumentándolo conforme vayamos cogiendo experiencia en las posturas y en la respiración- De forma que no nos frustre inicialmente el no poder concentrarnos durante mucho tiempo o bien no aguantar determinadas posturas durante momentos prolongados. 

El yoga es altamente beneficioso y desde aquí te animamos a practicarlo. 

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